Cartas incomprendidas 9

Cádiz 1811

Querida Caan:

Han trasncurrido 3 años desde la última vez que oí el silencio.

Ese silencio apaciguador, el que tanto admiramos cuando tu me miras con tus ojos cristalinos, cuando yo te anhelo con mis labios surcados por la dulzura, ese silencio que te permite perseguir mi pensamiento, que me autoriza hacer mías tus ideas.

Un silencio que nos hace uno, tú y yo, yo y tú.

Cuanto deseo ese silencio, ese que desde hace casi 3 años es imposible escuchar, ese silencio que el mar, la marea, la resaca, el romper en la orilla constante, no me deja disfrutar.

RESPUESTA

Estimada autora:

No sé quien tú eres, pero puedo confiarte que yo tampoco soy capaz de escuchar ese silencio anheloso. Vivo en un mundo lleno de ruido, de coches, de aviones, altavoces de donde sale y suenan los bajos retumbantes de la música techno.

Para disfrutar se tiene que ir a sitios muy lejanos en la costa, donde de vez en cuando hay la suficiente tranquilidad para percibir los vaivenes de la marea.

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