En ocasiones, de nada sirve escuchar

Un grupo de aspirantes discutía acaloradamente sobre si existía o no el destino. No lograban de ninguna de las maneras ponerse de acuerdo, y las posturas de unos y otros eran cada vez más radicales y defendidas de forma más acalorada. Pasaba por allí un sabio y le pidieron que interviniera en la disputa por la razón. Le expusieron el asunto debatido y le preguntaron si para él había "destino" o "libre albedrío".

Tras reflexionar de forma sosegada, pacientemente y cautelosamente el sabio indicó:

- Sois como el sol y la luna: cada uno queriendo imponer al otro su punto de vista, si bien para el sol el día es lo único que existe pues es lo único que ve, esté donde esté iluminando a todo lo que le rodea, para la luna la noche es la noche y la oscuridad es el único entorno que conoce. ¿Por qué os postuláis en actitudes tan radicales, en posturas tan extremas?

Los aspirantes se sintieron golpeados con la palabra, desconcertados con las revelaciones del sabio y hasta avergonzados de sus actitudes.

El sabio, como conocedor de los sentimientos humanos les dijo:

- Les voy a contar una historia. Existía un magnífico zapatero, el mejor que nadie pudiera imaginar, inigualable. Fabricaba los zapatos más bellos y cómodos, pero que fatalidad para él, nació en un país donde las personas carecía de pies. "Eso es destino". Ahora bien, escuchadme con atención, no por ello el zapatero se ofuscó y ceso en su creatividad, al contrario. Su sagacidad le permitió reorientar sus virtudes, ¿en qué creeis que utilizó sus energías?

Los aspirantes se miraron, intrigados entre ellos sin saber qué responder. El sabio a esta situación, añadió:

- El zapatero utilizó sus facultades para comenzar a fabricar formidables guantes, eso es "libre albedrío" o voluntad.

El sabio tras exponer su conocimiento, saludó a los aspirantes y se alejó sumiéndose en nuevos retos mentales, mientras que a pesar de tan acertada enseñanaza, los aspirantes polemizando entre ellos y apoyándose en las nuevas teorías aprendidas, cada vez sosteniendo entre ellos posturas más extremas.

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