Invierno

Recuerdo que un invierno mi padre necesitaba leña, así que buscó un árbol seco, sin hojas ni flores y lo cortó. Pero luego, en la primavera, vio desolado que al tronco marchito de ese árbol le brotaron retoños, sin la posibilidad de crecer en su esplendor hojas y flores como de si un árbol se tratara

Mi padre dijo: -"Estaba yo seguro de que ese árbol estaba muerto. Había perdido todas las hojas en el invierno. Hacía tanto frío, que las ramas se quebraban y caían como si no le quedara al viejo tronco ni una pizca de vida. Pero ahora advierto que aún alentaba la vida en aquel tronco".

Y volviéndose hacia mí, me aconsejó: -"Nunca olvides esta importante lección. Jamás cortes un árbol en invierno. Jamás tomes una decisión negativa en tiempo adverso. Nunca tomes las más importantes decisiones cuando estés en tu peor estado de ánimo. Espera. Sé paciente. La tormenta pasará. Recuerda que la primavera volverá".

1 comentario:

  1. Cuanta razón tiene este cuento, somos muchos los que hemos cometido ese error, unos con cosas más importantes otros con cosas menos importantes, pero todos seguro hemos hecho esto mismo.

    Lo peor es que hay gente que no aprende y vuelve a cometerlo. Aprendamos rápidamente, es lo mejor.

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