La rana que quiso ayudar al escorpión

En las orillas del río Níger, vivía una rana muy generosa. Cuando llegaba la estación de las lluvias ella ayudaba a todos los animales que se encontraban en problemas ante la crecida del río.
 
Cruzaba sobre su espalda a los ratones, e incluso a alguna nutritiva mosca a la que se le mojaban las alas impidiéndole volar. Pues su generosidad y nobleza no le permitían aprovecharse de ellas en circunstancias tan desiguales.
 
También vivia por allí un escorpión, que cierto día le suplicó a la rana:
 
- Deseo atravesar el río, pero no estoy preparado para nadar. Por favor, hermana rana, llévame a la otra orilla sobre tu espalda.
 
La rana, que había aprendido mucho durante su larga vida llena de privaciones y desencantos, respondió enseguida:
 
- ¿Que te lleve sobre mi espalda? ¡Ni pensarlo! ¡Te conozco lo suficiente para saber que si te subo a mi espalda, me inyectarás un veneno letal y moriré!
 
El inteligente escorpión le dijo:
- No digas estupideces. Ten por seguro que no te picaré. Porque si así lo hiciera, tú te hundirías en las aguas y yo, que no sé nadar, perecería ahogado.
 
La rana se negó al principio, pero la incuestionable lógica del escorpión fueron convenciéndola, y finalmente aceptó. Lo cargó sobre su resbaladiza espalda, donde él se agarró, y comenzaron la travesía del río Níger.
 
Todo iba bien. La rana nadaba con soltura a pesar de sostener sobre su espalda al escorpión. Poco a poco fue perdiendo el miedo a aquel animal que llevaba sobre su espalda.
 
Llegaron a mitad del río. Atrás había quedado una orilla. Frente a ellos se divisaba la orilla a la que debían llegar. La rana, hábilmente sorteó un remolino.
 
Fue aquí, y de repente, cuando el escorpión picó a la rana. Ella sintió un dolor agudo y percibió cómo el veneno se extendía por todo su cuerpo. Comenzaron a fallarle las fuerzas y su vista se nubló. Mientras se ahogaba, le quedaron fuerzas para gritarle al escorpión:
 
- ¡Lo sabía! Pero, ¿por qué lo has hecho?
 
El escorpión respondió:
 
- No puedo evitarlo. Es mi naturaleza.
 
Y juntos desaparecieron en medio del remolino mientras se ahogaban en las profundas aguas del río Níger.

No hay comentarios:

Publicar un comentario