¿Qué llevas para tu viaje?

En las montañas del viejo Tíbet existían muchos monasterios, era el punto de paso entre el saber y la esencia, altas montañas y caminos escarpados rodeaban estos monasterios. Los monjes de los grandes monasterios eran muy ricos mientras que los de los monasterios más pequeños eran muy pobres.

Cierto día, un monje de un pequeño monasterio fue de visita a un gran monasterio con la intención de despedirse, pues partía en peregrinación a Santiago. Para llegar allí es necesario escalar altos montes y atravesar numerosos ríos y caminos a través de muchos kilómetros. Este duro viaje duraba muchos meses, o incluso años.

Cuando el monje pobre puso al corriente de su intención al monje rico, éste quedó asombrado:

- ¿Y que llevas para tu viaje?

- Un jarro y una escudilla proveerán todas mis necesidades. Recogeré el agua con mi jarro y cuando sienta hambre pediré alimentos de limosna con mi escudilla.

- Yo también deseo hacer esa peregrinación; hace varios años que estoy preparándome, pero nunca he podido ponerme en camino, pues siempre me falta algo. Me temo que te tomas las cosas muy a la ligera. ¡Este viaje no es tan fácil como tú crees!

Cuatro años más tarde, el monje pobre regresaba de su peregrinación, y fue a saludar al monje rico y le contó como había sido su peregrinación a Santiago.

A pesar de su desconcierto, el monje rico confeso:

- En cuanto a mi, aún no he terminado mis preparativos para el viaje.

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